viernes, 20 de enero de 2012

La ATR, el sexo y el canal Divinity


Hace unos días, a la hora de cenar, recuerdo haberme sorprendido al poner el canal Divinity, (que es junto al canal Discovery, uno de los pocos que veo, las escasas veces que veo la televisión; sobre todo por sus divertidas series americanas), y encontrarme con un programa de sexo explícito en la pantalla.

Si bien al principio, supongo que por la educación pasada, lo primero que pensé fue, que era extraño que a esa hora hubiera un programa así en la tele, luego, al comprobar que eran más de las diez de la noche, y pensando abiertamente, me dije:

    - ¿Y por qué no? ¿Qué hay de malo? Solo es sexo.

Resulta que la respuesta a mi pregunta la tiene la A.T.R, (Asociación de Telespectadores y Radioyentes), y resulta que al parecer las 22h de la noche aún se considera horario infantil protegido, (como no tengo niños, ni sé ni me interesa a qué hora comienza ese horario, aunque dudo que se les pueda proteger de la tele basura de media tarde o de los dibujos machistas y violentos que ven cada día).

Pero vamos por partes. ¿Horario infantil a las 22h? Yo no tengo hijos, pero, ¿no es lo normal que los críos se vayan a dormir entre las 21 y las 21’30h? ¿Protegido? ¿De qué les tenemos que proteger? ¿Del sexo? ¿Qué hay de malo en el sexo? ¿Qué es tan duro que hemos de protegerlos? ¿Saber que tienen que tener precaución? ¿Aprender a disfrutar de algo tan natural que existe desde que el hombre es hombre? ¿Saber que nos han tenido engañados durante muchos años diciendo que eso solo servía para procrear?

Simplemente no lo entiendo.

Y los que estén pensando que un niño o niña de seis a diez años, (por poner un ejemplo), no deberían ver según qué cosas a esa edad, cosa con la que estoy de acuerdo, pues antes se ha de tener una seria conversación con ell@s, les diré, que cuando yo era pequeña, aunque estoy segura que no existían programas de este tipo, (y les recuerdo, que yo me crié en la época post-franquista donde casi todo, aún estaba prohibido), si existían los dos rombos. Cuando salían esos caracteres en la pantalla, no sé si era cosa de magia o es que mi madre estaba muy atenta a lo que se veía en la televisión, que la tele de pronto se apagaba y entonces sabíamos que era hora de irse a la cama, porque comenzaban los programas para adultos.

¿No estamos sobre protegiendo en demasía a los niños? ¿No gira toda la vida de los adultos, incluso de aquellos que han decidido no tener hijos, alrededor de los críos?

Vale, estoy de acuerdo en que según qué edad tenga el pequeño, no tiene porque saber que hay gente que puede hacerse una auto-felación, y que no tiene porque ver como una pareja intenta que el sexo en su vida sea mucho más intenso, probando juguetes de látex, en un matrimonio de hace varios años que ha perdido la pasión.

Pero... ¿Qué culpa tiene la gente que no quiere tener hijos? ¿Acaso nosotros no trabajamos? ¿Por qué hemos de esperar a la 1:30 a que den este tipo de programas PROHIBIDOS para poder disfrutarlos? ¿Es que en los mandos de las televisiones de los padres no hay un botón para cambiar el canal? ¿O es que acaso piensan que si ellos como padres no pueden disfrutar de ese tipo de programas, nadie debe disfrutarlos?

Comprendo que hoy en día la televisión se ha convertido para muchos “padres” en un educador más, en el que enchufan al crío para que no moleste, pero pienso firmemente, que para qué has sido padre, si no vas a estar allí controlando lo que ve tu hijo en la tele.

Bueno, pues al parecer, lo que les molesta a los de la A.T.R, es que la cadena se haya pasado por el forro la ley, pero... ¿Quieren que les diga una cosa? Me preocupa que esos puritanos, no se quejen cuando salen por la televisión, a esa misma hora, películas dónde salen miembros cercenados, o zombies que se comen a los humanos, o que no se quejen de lo que mister esponja enseña a esos niños protegidos, que es de juicio, puedo asegurarlo.

Jamás me ha gustado la palabra tolerancia, pues yo no soy nadie para TOLERAR a los demás, más bien, quiero entenderlos, vivir y dejar vivir, y... ¿Por qué no? Compartir un interesante programa de sexo con mi compañero a una hora de lo más normal, sin tener que esperar a que “la gente corriente, o sus hijos”, se vayan a la cama.

¿Hemos perdido el control los adultos para que sean los niños los que dominen el mundo?

Me niego a que mi vida sea controlada por unos críos y por unos puritanos que quieren protegerles de todo mal, sin darles las armas para enfrentarse a un mundo cada vez más libre y liberal.

Pero bueno, eso tan solo es mi opinión.

Buscaré ese programa en Internet para poder verlo a la hora que me dé la gana a mí, como últimamente hago con las pocas cosas interesantes que hay en la caja tonta.

Un besito muy fuerte. Disfrutar del sexo todo lo que podáis, (que hoy en día es lo único gratis, al menos para algunos), y por supuesto:

Slow Life!!!!

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