lunes, 24 de diciembre de 2012

Bon Nadal - Feliz Navidad




Todos los que seguís esta Odisea desde el principio, sabéis que mi época favorita del año es la Navidad.

Tengo tan buenos recuerdos de mi infancia que aún hoy día, sigo acordándome del fuego crepitando en la chimenea, del gran árbol decorado que presidía el salón y del amor que se respiraba en casa, cuando comenzaban a llegar todos los familiares invitados a esas fiestas.

Las cosas han cambiado, todos nos hemos hecho mayores, pero siguen siendo mis mejores días, aunque estas para mí y para mi familia van a ser totalmente diferentes porque nos falta uno de los seres más importantes de nuestra vida, mi padre.

Sé que van a ser diferentes, pero no tienen que ser peores, porque si algo nos inculcó él en vida, y que voy a hacer que prevalezca, es el gran amor que nos une y la piña que formamos la familia Codina-Queralt-Poisat-Fortuny.

Desde lo más profundo de mi corazón, desde el fondo de mi alma, desde el más sincero amor, os deseo a todos aquellos que leéis este blog, una muy feliz Navidad, llena de cosas bonitas, recuerdos entrañables, mucho amor y por supuesto muchos, muchos besos.

Slow Life & Merry Christmas!!


P.D: Dejad que haga un guiño al gran Antoine Saint-Exúpery y que os pida que veáis la vida como lo hacía el principito:
“Solo con el corazón se puede ver bien”

Y ahora algo de mi propia cosecha:
“No dejéis que el niño interior que todos llevamos dentro se pierda en el mundo de los adultos”

jueves, 20 de diciembre de 2012

No dejes nunca de aprender




Hoy he aprendido algo nuevo. He aprendido a amar la danza contemporánea.

Jamás me había gustado, y no me gustaba porque no la entendía, y no la comprendía porque no me transmitía.

He aprendido a amarla de la mano de una de mis cantantes favoritas, la maravillosa, transgresora y controvertida PINK. Siempre me ha gustado esta muchacha, me encanta el mundo que transmite con sus canciones y sus vídeos.

Si no habéis visto su vídeo Try, no podéis perdéroslo, simplemente increíble. Es un vídeo con una carga sexual y pasional importante, (claro que su partenaire ayuda mucho en ello), pero a mí me ha llegado, me ha transmitido, me ha encantado, y la verdad, me ha alegrado el día, porque me he dado cuenta que mis mayores tenían razón y que jamás hemos de dejar de aprender.

Hoy he aprendido algo nuevo, y solo por eso, hoy es y será un gran día.

Os dejo una traducción libre de lo que en él se dice, y aunque Pink está hablando sobre el amor, estoy totalmente segura que sus palabras se pueden extrapolar perfectamente a nuestros sueños, a aquellos que todos anhelamos conseguir.

“Cuando hay un deseo, hay llamas, y cuando hay llamas puedes llegar a quemarte, pero que te quemes no significa que todo deba morir. Has de levantarte y seguir intentándolo, intentándolo, intentándolo...”

Slow Life y muchos besos!!

Pincha aquí para verlo

P.D: Os recomiendo ver el vídeo en pantalla completa.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La Máscara de la Virtud




Ayer fue mi cumpleaños, y cuando me notificaron que “La Máscara de la Virtud”, (el primer libro que he presentado en “sociedad”), había ganado el Premio de Novela Círculo de Lectores del 2012, pensé que era el mayor regalo que jamás me había hecho nadie. Tras conocer la noticia, (cuando pude volver a respirar con normalidad), me di cuenta que el miedo y la angustia de la espera habían desaparecido, para convertirse en una inmensa alegría que sigue aferrada a mi alma y que me impide dejar de sonreír.

Lo primero que quiero hacer es disculparme con aquellos, (que fueron numerosos), a los que no contesté cuando me preguntaron si mi novela había quedado finalista. Me aconsejaron que no dijera nada, y como soy buena chica, y muy novata en todo esto, les hice caso.

Lo segundo, es dar las gracias a todos aquellos que han apostado por la preciosa historia que Costanza Contanti quiere contaros. Espero no defraudaros y poder compartir con todos vosotros mi trayectoria profesional.

Os aseguro que, hasta que no he visto el anuncio oficial, me parecía estar en un sueño. Pero no, es bien real.

Os dejo el link.  http://premio.circulo.es

Ha sido complicado a nivel emocional, pero he de reconocer que también ha sido una experiencia única, fascinante, y una gran oportunidad para vencer mi miedo escénico, el cual, puedo aseguraros, creo haber superado con creces.

Son muchas las preguntas sin respuesta que tengo ahora mismo, pero solo soy capaz de pensar en una cosa, en cómo voy a sentirme el día que vea mi novela en una librería.

Mis felicitaciones a las dos novelas finalistas. Las dos me parecieron fascinantes.

Muchos, muchos, muchos besitos.

Slow life!!!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La neurastenia y el ego de los escritores





Hace bastante que no escribo en el blog, y para ser sincera, no es porque las musas me hayan abandonado, (que también), si no es que hay tantas cosas en el mundo que van mal, que siendo este blog una odisea de la posible publicación de mi 1ª novela, se me ocurren un millar de cosas que escribir y ninguna sobre las páginas de mi primer libro, que parece esté en Stand By, aunque realmente, hasta aquí puedo leer.

El otro día me sumergí en las páginas de un libro que hablaba sobre el peligro que tiene una mujer que lee. Irremediablemente ahora debo comprar el siguiente volumen que trata sobre el peligro que tienen las mujeres que escriben, espero que no esté descatalogado.
Resulta que aprendí una nueva palabra, (no es que la desconociera, sino que hacía mucho que no la veía escrita), la palabra era ni más ni menos que, neurastenia.

Ya en el pasado, los síntomas de la neurastenia eran un exceso de sentimentalismo y una centralización del pensamiento en el propio yo. Si unes esto a un terrible cansancio cada vez que haces un exceso laboral ya sea físico o mental, y a cambios de humor que rayan con la histeria, tienes esta curiosa enfermedad mental que dicen que tiene que ser tratada por un psiquiatra.

A parte de no tener la mayoría de los síntomas, sobre todo lo del cansancio y lo de la histeria, que si sería algo de lo que tuviera que preocuparme, no dejó de extrañarme que uno de los síntomas fuera pensar excesivamente en uno mismo. ¿Acaso en este mundo cada vez más deshumanizado no somos entonces todos un poco neurasténicos? O mejor dicho, ¿no tenemos los escritores algo de esa enfermedad? ¿Acaso hay algún escritor al que no le guste que hablen de sus obras, o sea de su yo?

Siguiendo un recorrido por internet de la palabra neurastenia, he llegado a la entrada de un blog al que el autor, (del que curiosamente me hablaron unos chicos durante un proceso de ligoteo hace ya un año), ha llamado, “Yo, yo y yo”, y en el que habla sobre la vanidad de los escritores, con el que me he encontrado sumamente identificada.

Yo, que quiero hacerme un hueco en el mundo editorial. Yo, que como el autor del blog dice, creo que tengo muchas cosas que decir. Yo, que creo que a la gente le puede interesar lo que escribo, (y fijaros cuantas veces ha salido ya el pronombre personal en primera persona), pues eso, yo, lucho cada día contra la vanidad del autor porque sé que la humildad vende más, (solo hemos de remitirnos a Messi y a Cristiano para confirmar mis palabras), aunque en verdad no es que venda más, (porque ya me diréis si no fue un gran producto la pedantería que se nos vendía hace un tiempo a través de la imagen de un señor del jurado de cantantes que los ponía a todos a parir, porque él sabía mucho más que todos ellos juntos), pero si eres humilde, caes mejor.

¿Le importa eso a un escritor? ¿Caer bien a la gente es una parte importante en la escritura? No lo sé, pero creo que yo haré todo lo posible para que mi humildad gane la batalla a mi vanidad, porque es algo egoísta, lo sé, pero es la única manera de mirarme al espejo y decirme: “lo estás haciendo bien”. No es que yo no sea humilde, (aunque jamás me enseñaron a serlo, es una lección que he aprendido solita), sino porque es fácil caer en la vanidad cuando lees como alaban tu obra. Es cierto que todos somos algo vanidosos, pero creo que necesitamos la humildad para no volvernos locos cuando en vez de alabanzas, lees alguna crítica feroz sobre lo que has escrito, (creo que es una de las peores pruebas por las que ha de pasar un artista y os aseguro que acostumbrarse a ellas es algo muy difícil, aunque estoy aprendiendo la lección a marchas forzadas, y por suerte tengo un ángel de la guarda muy humano que me protege para que no desfallezca en este difícil camino).
No os creáis que es una batalla fácil. Me encanta hablar sobre mis libros, me gusta defender a los personajes que he creado como si fueran mis propios hijos. Ellos no pueden hacerlo, así que si yo, que les he creado, no lo hago, ¿quién lo hará?

¡Ohhhh! De veras que es difícil convivir con un artista. Creo que ya puse en otra entrada que durante la presentación de un libro, el autor mencionó que dentro de muchos años, cuando los científicos del futuro estudien la mente de los escritores, descubrirán que algo no funcionaba bien en nuestras mentes, que tenemos un gen extraño y, esto lo añado yo, creo que es imposible pensar tanto, tanto y ser una persona normal. Aunque supongo que en verdad es más divertido.

Como empiezo esta entrada, repito: Hacía bastante que no escribía en el blog, pues escribir me hace pensar y pensar me hace dudar, y dudar, la duda es la peor enemiga para un escritor. Y si, puede que ahora nadie comprenda de qué estoy hablando, aunque como todo en esta vida, todo tiene un final y sea bueno o malo, pronto terminará y podré decidir qué camino tomar de nuevo.

Porque lo divertido de esta vida es que siempre podemos volver a empezar.

Slow Life... aunque a veces sea incompatible con lo que está sucediendo, seguiré por este camino.

Besitos, (es verdad, hacía tiempo que no os besaba). ¡Muacs, muacs y remuacs!

martes, 2 de octubre de 2012

Las enseñanzas de Esopo




Recuerdo que, ya desde bien pequeña, adoraba el arte de leer. Me pasaba horas y horas enfrascada en los cuentos que mis padres me compraban y, aunque sé que a lo mejor es un recuerdo forjado por mi imaginación, creo recordar que desde bien niña, me quedaba mirando la gran estantería que cruzaba uno de los salones de mi casa, de pared a pared y de suelo a techo, pensando cuando podría yo, comenzar a leer esos grandes libros que ahora aún no se encontraban a mi alcance.

Rememoro largas tardes con apenas seis años en una pequeña sala donde mi madre se dedicaba a hacer media, mientras yo, sobre una alfombra que cubría el suelo, leía las palabras de esos maravillosos cuentos que me trasladaban a otros mundos. Hoy en día aún conservo la maravillosa colección llamada el mundo de los niños de la editorial Salvat.

La vida era diferente en aquel tiempo, no digo que fuera mejor, pero si diferente, y si bien recuerdo con cariño las maravillosas fábulas de Esopo, recuerdo también que jamás me gustó el cuento de la lechera, pero que si en cambio, uno de mis favoritos, era la leyenda del padre, el hijo y el asno.

Había una vez un padre y su hijo que fueron al mercado para vender su asno. De camino a la ciudad caminaban los dos al lado del animal cuando al cruzarse con unos transeúntes escucharon sus comentarios en los que decían:
- ¡Qué gente más tonta, el burro descansado y ellos dos a pie!
A lo que el padre le dijo al hijo:
- Tienen razón, sube tu hijo y yo caminaré a tu lado.
Volvieron a cruzarse con otros transeúntes que exclamaron:
- ¡Esta es la juventud de hoy, el hijo descansando sobre el asno y el padre caminando a su lado!
A lo que el padre dijo:
- Tienen razón, subiré yo en el asno y tú puedes caminar.
Acercándose a la ciudad, se cruzaron de nuevo con otro grupo de transeúntes que dijo:
- ¡Qué descaro, el padre sobre el asno y el hijo cojeando y a pie!
A lo que el padre dijo:
- ¿Sabes qué? Tienen razón. Subiremos los dos en el burro.
Cuando llegaron al mercado, algunos transeúntes osaron decirles:
- ¡Qué vergüenza, dos hombres fuertes sobre un pobre asno, esto es que no tienen corazón!
Padre e hijo bajaron del asno y decidieron cargar al animal sobre sus hombros. Este iba muy incómodo y tras el traqueteo al pasar por las tablas de un puente, el animal dio tres coces y los tres cayeron al agua.

La leyenda termina diciendo:
- Aquel que a todos quiere complacer a nadie acaba por satisfacer.

Es una lección que aprendí desde bien pequeña y aquello forjó en mí un carácter que algunos llaman único y otros transgresor, pero que ahora que mi intención es meterme cada vez más en el mundo literario, veo que me va a ir de fábula para poder caminar por este mundo tan lleno... tan lleno... tan lleno de transeúntes.

Slow Life!!  

P.D: A veces me pregunto qué carácter tendrán en el futuro los niños de hoy, si ni siquiera conocen quien era Esopo.