miércoles, 29 de junio de 2011

Ángel, demonio o adolescentes perdidos


La verdad es que para una persona que como yo, desconoce que puede que hayan madres que no hayan sido buenas madres, se me plantean muchísimas dudas cuando de vez en cuando me entero de cosas tan rocambolescas como la que hoy os voy a contar.

El otro día navegando por Internet, me metí en el blog de una supuesta adolescente que a través de sus páginas contaba varios sentimientos enfrentados que tenía en su propia vida. Hablaba del terror que le suponía pensar en un supuesto fin del mundo, en como enfrentarse a un amor del que no sabía que esperar, pero sobre todo, había una entrada que me impactó, por aquello que os decía, que jamás he conocido lo que se siente amando y odiando a la vez a una madre.

Primero, he de deciros lo que es una madre para mí. Es una persona que te enseña a caminar por el mundo, que te da las armas adecuadas para vivir en un planeta cada vez más complicado. Es una persona que te escucha, que te anima, que te dice lo buena que eres y que no permite que te deprimas o que tengas pensamientos negativos frente al amor y frente a la vida. Para mí, una madre es alguien que te hace creer en ti mismo, y que hace que sepas que eres capaz de absolutamente todo. Es alguien que quiere que encuentres tu propio camino, y no que exige que sigas sus pasos, sólo porque a ella le ha funcionado. Todo eso es para mi una madre.
Por ello, cuando comencé a leer ese blog, me sorprendí como una muchacha que decía tener casi los dieciocho, contaba que creía ser malvada y que estaba aterrorizada porque no quería ser mala.
Ella se preguntaba a si misma el porqué de aquellos sentimientos, y como si fuera una tercera voz quien le contestara, se decía que podía ser, porque esa palabra, "mala", era una de las más usadas por su propia madre cuando enfadada se refería a ella.

Me vais a perdonar, pero yo no creo en la maldad de las personas, o al menos, no creo en que alguien venga al mundo siendo malo. Lo que yo creo es que la vida te hace cambiar y a veces te hace tomar decisiones que algunos pueden tachar como perversas, pero creo que eso siempre ocurre en la vida adulta. ¿Puede un niño, un adolescente ser malo? O mejor dicho, si una persona de corta edad tiene actitudes maléficas, ¿Es consciente de serlo?
Siempre he creído que la mirada es el espejo del alma y por suerte, en ese blog, pude perderme en la bonita mirada de esa adolescente que más que mala, estaba sumamente perdida, pues carecía de una madre que la guiara por el complicado mundo al que cada día debía enfrentarse.

Supongo que como los que yo, nos consideramos unos privilegiados por haber tenido una infancia maravillosa y una magnífica adolescencia, sabemos discernir entre las personas malas y las que se creen malas, sólo porque es lo que siempre han escuchado por boca de alguien, que por otro lado, debería ser la única persona del mundo, de quien no deberían escuchar esas cosas.

No entiendo que se debe sentir cuando tu propia madre te dice que eres mala, así como no entiendo que debe pasar por tu cabeza cuando te dice que eres tonta o que no sirves para nada, como en otra entrada, dice esta muchacha, que se la llama. No lo entiendo porque no lo he vivido y por ello, no puedo juzgarlo.
Pero, como en mi alma todo el mundo es bueno, hasta que me demuestre lo contrario, si puedo llegar a excusarla si esa madre hubiera tenido una infancia traumática, donde su propia progenitora la hubiera tratado así, o donde a lo mejor su madre, no la hubiera protegido de los maltratos de su propio padre. Aunque pensándolo bien, desgraciadamente, conozco a demasiadas personas que han tenido infancias infelices, llenas de maltratos tanto físicos como verbales, y que ahora son magníficas madres y padres. Así, que, pensándolo bien. No, esa madre no tiene excusa.

No puedes tratar a tu propia hija mal, porque alguien te haya tratado mal a ti en el pasado. Estamos en este mundo para mejorar lo que nos rodea. ¿Cómo seríamos si repitiéramos, una y otra vez, los errores que nuestros progenitores hicieron en el pasado?
Los niños no son malos y aunque a través de las mierdas de programas que algunas televisiones quieren mostrarnos, donde "pobres padres" no pueden con adolescentes que rompen puertas de un puñetazo, o que no controlan la ira, hasta que viene un desconocido y les enseña a tratarlos, (cosa que me recuerda mucho a aquel tipo que educa a los dueños de los perros para que sepan tratar a sus canes), no creo que nuestros adolescentes sean malos, sólo están perdidos porque no tienen buenos guías. Y que conste, que no digo que todo sea culpa de los padres, ni mucho menos, pues a veces, estos, con tanto trabajo, con sus temores pasados y sus terrores futuros, están más perdidos que esos mismos adolescentes que se preguntan en un blog si son malos porque su madre se lo dice una y otra vez.

Yo, sólo puedo decir, lo mismo que le hubiera contestado a esa chica si hubiera sido de mi familia:

He leído tu blog y puedo asegurarte que si lo único que haces, es no ayudar en casa, coger las cosas de tu madre a escondidas, echarle la culpa a tu hermana cuando estas se rompen, no querer salir con el chico que tu madre dice que has de salir, contestarle de malas maneras porque te pone nerviosa... yo creo que no eres mala, si no que estás muy perdida y que lamentablemente, tendrás que buscar en tu interior ese camino, pues a no ser que tengas algun familiar que pueda guiarte, tu madre, por alguna razón que desconozco,no es capaz de hacerlo.

Puede que la solución esté en hacer las cosas antes de que te las pidan, no coger nada que no sea tuyo, (y menos sin permiso), no enfrentarte con tu hermana, sobretodo por algo que no ha hecho, dejarle claro a tu madre que no quieres salir con ese chico, porque no vale la pena estar con alguien que no quiere estar contigo, y sobre todo, y uno de los mejores consejos que no me cansaría de repetirte, es: Callar.
Que tu madre te riñe por algo que no has hecho. Calla
Que tu madre te grita porque has cogido algo sin permiso. Calla
Que le has roto algo, (sin querer), a tu madre, y ella insiste que los has hecho queriendo porque eres mala. Calla

Déjala que se explaye, pero jamás te creas una palabra. Ese será su castigo, que su propia hija, jamás confiará en ella.

Pero ya se sabe, la confianza no es un derecho adquirido, se ha de ganar con los hechos.

Y por supuesto: "No puedes amar a quien no respetas ni creer en quien no confías"

Tienes muchos años por delante para aprender a vivir, a perdonar y a amar, y estoy segura que saldrás adelante y serás una jovencita espectacular, y una futura mujer tan segura de ti misma que no necesitarás que nadie elogie tus numerosas cualidades, para sentirte bien contigo misma.

¡¡Slow Life!!

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