jueves, 27 de enero de 2011

Pero... ¡¡Vaya cabreo más tonto!!

Puede que la entrada de hoy ofenda a muchos. Pido perdón de antemano, pues ante todo me educaron muy bien, pero, por otro lado este es mi blog, así que...

Dicen que los Mayas profetizaron el fin del mundo tal y como lo conocemos a finales del año dos mil doce. Al parecer no se trata de un fin del mundo como tantos otros han vaticinado, si no un cambio de mentalidad en el ser humano que cambiará la forma de pensar y de hacer las cosas.

¡Quiero que llegue el dos mil doce! Necesito saber si es verdad que el ser humano es capaz de cambiar por una dichosa vez las cosas. ¡No me lo creo! La sociedad está acostumbrada a ser dirigida, a que le digan lo que tiene que hacer, a donde tiene que ir, que tiene que ver, como ha de ser, y no me creo que haya una revolución y que la gente vea que este no es el camino.

Absolutamente todo recae sobre el individuo, sobre el trabajador y jamás se les exige a los que tienen el poder que cambien las cosas. O no se les exige, o eso no es noticia y por ello nadie nos lo cuenta.

Ayer estuve viendo la genial película "La última noche de Boris Grushenko" del maravilloso Woody Allen y en un momento del film, entre todas las sandeces que decía, que son muchas, (por eso me gusta su humor tan ácido), alguien le preguntaba tras quejarse de los políticos que quién debía gobernar el mundo y él decía:
  • El sirviente, por supuesto, pues es el único que sabe arreglar las cosas cuando se estropean
¡Genial! No hay más palabras para describirlo.

Siempre he sido algo revolucionaria y algunos, incluso dirían algo sindicalista, (espera, no, esa gente no cuenta, porque lo decían como un insulto), y nada más lejos de la realidad. Aunque viendo lo visto, a lo mejor si que podrá ser usado pronto como insulto.

Estamos gobernados por gente que no tiene ni idea de llevar un país, (aunque no creo que la oposición tenga muchas más luces). Nos dicen que la única solución a nuestros problemas es que el trabajador trabaje más años, cotice más y puede que al final, si todo sale bien, tenga una mísera pensión de algo más de seiscientos euros. Decían también que la renta máxima que se podía llegar a cobrar es de alrededor de dos mil quinientos euros. Me pregunto quienes serán los que tengan estas cantidades y te aseguro que no va a ser el trabajador de a pie, si no los altos directivos.
Resulta que ahora hay que estar trabajando desde los veintiséis años para poder jubilarte a los sesenta y siete. ¡Qué risa me da esto! De veras... ¡Estoy tan cabreada que no tengo muchas ganas de escribir pues no quisiera decir ninguna sandez! Me gustaría ver por otro lado quienes serán los que se jubilarán antes de esa edad; Directores de banco, ministros con sueldo vitalicio, presidentes del gobierno patanes, directivos con grandes sueldos que pueden pagar una pensión privada...

¡Qué más da! ¡Qué pringue el trabajador! Qué deslome su espalda un cargador del puerto o que siga construyendo pisos un albañil, o incluso, sin ir tan lejos, trabajemos en una oficina hasta los sesenta y siete, qué más da... Vivimos para trabajar y os aseguro que debería ser al revés.
Contando que la esperanza de vida para el hombre es de setenta y nueve años, ¡Bien! ¿De qué nos quejamos? ¡Si tenemos doce años para nosotros! Bueno, bueno, espera... ¡Qué las mujeres duramos hasta los ochenta y tres! ¡Qué nos quedan dieciséis años! Eso sin contar, que los posibles achaques y enfermedades te dejen disfrutar.

Yo propongo otra cosa. Dejad mi sueldo en paz, dejad que yo guarde mí dinero para mí vejez y que me pague los médicos y los medicamentos, pero eso si, equiparar los sueldos a Alemania, Francia o Estados Unidos.
Me da tanta rabia que decidan por mí, pero tanta. Seguro que los líderes sindicalistas también se jubilaran a los sesenta y siete. ¡Son todos unos vendidos que viven de las subvenciones del gobierno y de sus "chungos" negocios!

¿Es que ya no hay nadie que sea real? ¡De veras! ¡Qué salga que le voto! Pero antes ha de pasar una prueba, ha de demostrar que está a salvo de la corrupción que da estar rodeado de dinero y poder.

Bueno chic@s... Slow life, porque si no, apaga y vámonos!!

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